el blog de reseñas de Andrés Accorsi

miércoles, 11 de noviembre de 2015

11/11: WHY DID PETE DUEL KILL HIMSELF?

Al igual que ayer, tenemos una historieta autobiográfica en la que un autor convierte en viñetas recuerdos de su juventud y, en este caso, de su infancia. Mark Kalesniko retoma a su alter ego, Alex Kalienka, para repasar momentos clave de su niñez y adolescencia en 20 relatos muy cortitos, casi todos con muy poco texto, o simplemente mudos.
El título es un engaña-pichanga totalmente vendehumo. Parece escrito por Durán Barba. Te comés el amague de que Kalesniko se propone investigar el aparente suicidio del actor fallecido en 1971, y la verdad es que nada que ver. Lo que sucede es que la muerte de Peter Duel lo agarra a “Kalienka” con 16 ó 17 años y ese hecho imprevisto y desafortunado lo lleva a pensar en todas las injusticias de las que fue víctima (y en algún caso, partícipe) durante su niñez y su pubertad.
A través de estas secuencias, Kalesniko desarrolla conflictos chiquititos, a muy pequeña escala, que ilustran lo mal que la pasó de chico en la escuela, lo mucho que le costó adaptarse a casi todo, lo poco que le interesaba todo lo que no fuera dibujar, leer comics o mirar televisión. Son escenas en las que suele haber niveles importantes de violencia física o psicológica (sobre todo si pensamos que hay niños involucrados), y que Kalesniko resuelve a veces con ternura, a veces con mala leche y a veces con el sabor agridulce de la resignación.
Yo sostengo hace mucho mi posición en contra de que los historietistas malgasten su talento narrando anécdotas mayoritariamente inocuas de su infancia y adolescencia. Me parece que para que valga la pena contarle tu vida a alguien que no sea tu amigo (o tu terapeuta), como mínimo te tienen que haber violado cuatro chabones disfrazados de Tortugas Ninja, o tenés que haber sobrevivido a un accidente aéreo en el Triángulo de las Bermudas para caer en una jungla centroamericana infectada de guerrilleros y/o narcotraficantes. Todo lo demás es el “Efecto Panadería” del que hablábamos ayer.
Dicho todo esto, banco a Why Did Pete Duel Kill Himself?, porque está obscenamente bien dibujado y porque –una vez más- Mark Kalesniko demuestra que en materia de narrativa la tiene infinitamente clara. En todas esas secuencias mudas, el canadiense pela una cantidad de recursos apabullantes, por supuesto en algunos casos tributarios de los de su coterráneo Dave Sim. Ahí, en esa diversidad de recursos narrativos, y en la habilidad para manejarlos, reside la genialidad de esta obra. Que además, como lógica consecuencia de tener tantas secuencias mudas, se lee MUY rápido.
Si, como yo, sos fan a muerte de Mark Kalesniko, no dejes de buscar este libro, editado por Fantagraphics en 1997. Si no, hay obras de este autor más recomendables para internarse en su mundo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé si viste mi respuesta en lo de Mr X, pero me contradigo y si tengo una pregunta. Quiero saber si era igual de difícil que hoy llegar a concretar notas con artistas. Tengo entendido que ahora te hacen hacer diez mil vueltas antes de darte una entrevista, y viendo que tuvieron a gente como Stan Lee, McFarlane, y otros (no hablo de que me gusten o de su importancia, hablo de lo "difíciles" que puedan llegar a ser), me da curiosidad como será el tema. Me imagino que ahora el comic (mainstream) es mucho más popular que en aquella época (o al menos, los personajes de esas empresas en el colectivo), no debe se lo mismo que antes.

PD: Era real ese Esteban Espósito, o era uno de ustedes? blanqueen la situación.

Andrés Accorsi dijo...

Esteban Espósito es un ser de carne y hueso y todas las cartas que mandó a los comics de Perfil son 100% auténticas.
Hoy no es ni más fácil ni más difícil que en los ´90 concretar entrevistas con los principales autores del mainstream. Bah, ahora que lo pienso, quizás sea más fácil, al haber muchas más convenciones importantes en las que te los podés llegar a encontrar. Los que son copados y accesibles lo siguen siendo y los que son agretas, o demasiado reservados, también lo siguen siendo.
Hoy incluso podés entrevistar a autores por Skype, que es algo que antes era impensable... y contactarlos por Facebook, seguirlos por Twitter... la tecnología abrió muchas puertas.

Anónimo dijo...

Bueno, muchas gracias por el gesto y por despejar esta cuestión que tenía años sin resolver. Saludos.