el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 20 de octubre de 2014

20/ 10: PUEBLO HUNDIDO (RESCATANDO UNA HISTORIA)

Con este libro me pasó algo muy raro, que creo que nunca me había pasado antes. Alguien (sinceramente no me acuerdo quién) me lo regaló en Abril, durante la FIC de Santiago de Chile, en la que estuve participando. En ese momento ni lo abrí. Miré la tapa, me gustó mucho, me transmitió una onda de historieta europea finoli, y sin siquiera hojearlo, lo guardé en la valija, junto a los otros libros que compré o me regalaron en ese evento.
Meses más tarde, más precisamente anoche, me senté a leerlo. Le pegué una hojeada y no me gustó el dibujo. Leí la contratapa, donde más o menos te “tratan de vender” la historieta con un resumen del argumento y me pareció un embole. Leí el prólogo y casi me duermo. De alguna manera, junté coraje para seguir adelante y leí la primera página. Me pareció aburridísima. Volví a hojear el libro, y sin leerlo, saqué estas conclusiones:
1) El dibujo de Juan “Nitrox” Márquez (cuyo trabajo había disfrutado en una antología del Dr. Mortis reseñada hace justo un año, el 19/10/13) se pasa de pecho frío. El equilibrio entre blancos y negros no existe, es todo 90% blanco, como si fuera a venir un colorista a pintar la historieta. Y tiene páginas con demasiadas viñetas, en las que el dibujo se desluce bastante.
2) La tipografía de los diálogos la eligió el enemigo, alguien decidido a que no leamos jamás la historia de Pueblo Hundido.
3) El guión de Maycols Alfaro no propone una curva dramática, ni el típico periplo de introducción-nudo-desenlace. Es apenas la puesta en práctica de uno o dos recursos para tirar toneladas de data acerca de la historia de este pueblo, sin conflictos, sin aventura, sin emociones. Simplemente información, disfrazada de historieta a ver si los pibes la leen con más ganas que si fuera un típico manual de Historia.
4) La cantidad de texto que metió el compañero Maycols en esta historieta es absolutamente desmedida. No hay el menor intento de conservar una proporción razonable entre imagen y texto, algo importantísimo si querés que la historieta capte a lectores del segmento infanto-juvenil. Acá los globos se morfan las páginas y eclipsan feo a los dibujos de Nitrox.
Y la verdad es que, una vez constatados estos obstáculos para disfrutar de la historieta, decidí no leerla. Es un garrón, nunca me había pasado. La tuve en mis manos horas enteras, me la llevé a la cama, al trono… y nada. Fue como franelear tres horas con una mina para después no coger. Me siento mal y le pido disculpas sobre todo al guionista, porque quizás, si me adentraba en la historia, encontraba algo para rescatar en los diálogos, o en algún punto de la trama que –repito- se me hizo imperceptible en las reiteradas hojeadas del libro.
Hoy por hoy está bastante claro que una historieta de temática histórica, con cierto perfil didáctico, tiene grandes chances de conseguir subsidios de instituciones educativas estatales, de llegar a escuelas y bibliotecas y –lo más importante- generarle un ingreso genuino a sus autores. Imagino que la tentación debe ser irresistible. Pero se puede hacer bien y se puede hacer infumable, por lo menos a los ojos del lector de historietas que aunque sea de pedo, se pueda topar con ese material. Me acuerdo que hace no tanto tiempo salió en Argentina una historieta de onda histórica, a la que se le notaba el perfil “escuela-friendly”, con mucha investigación, textos complementarios y demás. Y aunque involucraba a autores que me gustan, dije “nah, capaz que es un plomazo y no me quiero clavar”. Y así, prejuiciosamente, la dejé pasar. Esta vez, dejé el prejuicio de lado, puse buena voluntad y aún así “hice patito” contra un material que me pedía a gritos que leyera otra cosa. Le agradezco a Maycols Alfaro y Nitrox Márquez por el gesto copado de hacerme llegar este libro, pero (un toque tarde) descubrí que no era para mí.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece una muy buena reseña, puesto que no se limita a decir "No me gusta porque no me gusta", dogmática, acríticamente.
Una vez hice un fanzine llamado "Los caripelas se divierten" e intenté que lo lean unos viejos fascistas que admiraba, aunque no eran gente de colarse el dedo en la ducha, a los fines de la exploración y el recreamiento. Pero qué pasó: Ellas y ellos adujeron que no, que mi propuesta no era de sus reaccionarios agrados y que no veían mal en ello, en devolverme mi super ofrenda que era gratis para ellos pero cara a mí. Iracundo como soy, les quemé sus autos y les escupí un ojo. Luego de unos meses y de conocer a una mujer que podía amarme más allá de mi ridícula apariencia, me toca asistir al descubrimiento de que la gente puede no gustar de lo que tenemos para ofrecer, aún cuando tengamos algo (no es lo que sucede con los trolls de los cuales formo parte).
No sé si rige siempre la máxima "Malas decisiones, buenas historias", pero suelo sospechar que las buenas intenciones no bastan para crear ficciones consistentes. Quizá esta crítica de usted resulte constructiva para Maycols y Nitrox. ¡Saludos!

Prowler dijo...

Qué grata sorpresa encontrar esta reseña. Como uno de los autores se lo agradezco mucho. Agradezco la franqueza de sus palabras sobre el libro, y sobre todo que se haya dado el tiempo de escribirlas. Me halaga sobremanera.

Sinceramente concuerdo con casi todo lo que menciona (salvo lo del dibujo, pero ya hablaré de ello), y en parte es algo que con el equipo ya lo habíamos hablado: este es un libro que habla de un pueblo que solo puede interesarle a los habitantes de ese pueblo. Nunca se pensó como un producto comercial, fue un “traje a la medida” hecho para quien lo financió (y también atinó a que este tipo de obra encuentra fácil financiamiento de fondos estatales, aunque no nos forramos en plata, tristemente)

Ahora bien, de los errores se aprende, y ciertamente cometí muchos aquí, sus indicaciones de exceso de viñetas y de texto (y de la horrible tipografía) no caerán en saco roto, la idea es ir mejorando y por lo mismo se agradece mucho una crítica que sirva para ello. Es el primer libro, ¡Vamos por más!

No puedo terminar sin hablar del dibujo: Nitrox es, a mi parecer, uno de los mejores dibujantes del cómic chileno del momento. Su versatilidad de estilos, su capacidad de captar la diversidad anatómica de los distintos personajes, su impecable reproducción de una vieja foto de los años ‘30 para transformarla en una imagen reconocible para quien conoce el lugar en la actualidad, etc. He de mencionar que para este libro hicimos un experimento: Las páginas pares son tiempo actual y las impares racconto/documentación, por lo que para las primeras se optó por un estilo sencillo que permitiera la identificación de los niños con los personajes dibujados, mientras que las otras, dependiendo del tipo varían en estilo, desde la imitación de un grabado de Guamán Poma de Ayala, o los mapas de Fray Ignacio León Garavito, a la reproducción de fotografías y escenarios mucho más realistas. Nitrox es un capo, puede hacer un dibujo simple de gran calidad hasta imágenes llenas de contrastes y achurados espectaculares.

Bueno, le estoy infinitamente agradecido por su tiempo y palabras, me resulta valiosísimo que a pesar de que el libro no resultó ser de su agrado le haya dedicado espacio en su sitio. Espero mejorar lo suficiente para que lo que escriba a futuro llegue a ser un libro que le pida leerlo.

Saludos cordiales.

Maycols Alfaro

Anónimo dijo...

Che, que copado Maycols Alfaro. Que aprendan los autores lo que es la humildad de gestos como el suyo. Porque no es fácil recibir críticas del trabajo de uno y menos no salir a patalear cuando eso sucede.

Anónimo dijo...


Posta, excelente reseña y comentarios, por fin una redondita!

Dolape

Anónimo dijo...

Como tu cabecita.