el blog de reseñas de Andrés Accorsi

domingo, 27 de noviembre de 2011

27/ 11: DMZ Vol.8


Esta vez me aguanté poco y nada para retomar la durísima historia de esta New York convertida en zona de guerra gracias a la imaginación y la mala leche de Brian Wood y Riccardo Burchielli. Y una vez leído el tomo, llego a esta conclusión: maten a Matty Roth, ya. Es lo que no funciona en esta serie, ya no tengo dudas. Claro, es el protagonista, y por cómo se viene armando la trama, lo más probable es que en el próximo tomo, o a más tardar en el Vol.10, al que hagan mierda sea a Parco Delgado. Pero el que se merece morir ya y dejarle el protagonismo a otro personaje más copado, es Matty.
En este tomo, cuando reaparece su padre (después de varias sagas en el banco de suplentes) y lo inciniera en público, Matty pega un nuevo giro impredecible, pero además reprobable, imposible de bancar. Ya sabemos que es un pichi, un veleta que va para donde sopla el viento. Aún así, en la saga Hearts and Minds se va al carajo, mal. Y no sé si Wood tratará de recuperarlo, pero ya no me interesa. No dejo de comprar DMZ sólo porque deben faltar no más de cuatro tomos para el final y porque Wood escribe demasiado bien, y la temática me interesa demasiado. Los méritos para que uno mande a esta serie a la mierda están, y los hace todos Matty Roth, el protagonista, nada menos.
El primer arquito del TPB es una historia marginal, sin Matty, ni Zee, ni Parco, ni nadie. Está muy buena, es una historia dura, trágica, profunda, jodida... que se podría haber contado en muchísimas menos páginas. Leída en TPB, está todo bien. Te comprometés con la trama, seguís a full al personaje central (un ex-policía que perdió a su familia), vas para adelante más rápido que en un comic normal, pero sin sufrir. Ahora, el pobre gil que leía esto en su formato original de revistita con 22 páginas de historieta, se habrá querido matar: tres meses de tu vida y 9 dólares de tu billetera para leer... tres fetas de nada! Tres cachitos de una historia chiquita, con cero peso en la trama global, y encima dibujada por Ryan Kelly, que no es choto, pero está a años luz de ser un virtuoso o un distinto.
Y después sí, la más extensa Hearts and Minds, donde de nuevo ganan por goleada el bajón y la desesperanza. El Vol.7 situaba a Matty y al resto del elenco en un contexto más bien político, lo cual pintaba interesante. Se ve que para Wood era un embole, y en este tomo ya vuelven las tropas armadas, los combates en las calles, las explosiones y todo el bolonki de los primeros tomos, pero ahora con Matty metido ya no como testigo sino como protagonista (y en una de esas, artífice) de las matanzas. Hay algo así como un sustento ideológico para combatir, por lo menos por parte de “los buenos”, pero todo está enchastrado con mentiras y corrupción, que ya no vienen sólo del lado de “los malos” (el gobierno de los EEUU, los medios masivos y el hiper-conglomerado Trustwell). O sea que de aquel tono esperanzador del Vol.6, no quedaron ni los más mínimos vestigios. Esta serie volvió a ser –como al principio- una lectura heavy metal, más dolorosa que una picadura de avispa en un huevo.
De Ryan Kelly (dibujante del primer arco) no vamos a hablar mucho más. Cualquier cosa, chequeá la reseña del Vol.2 de Northlanders, donde lo vimos en equipo con Wood, allá por principios de 2010. Y del compañero Burchielli ya hemos hablado muchísimo, pero tengo que repetir algo que comenté la vez pasada: qué pena que este tipo no aproveche las páginas de poquísimas viñetas para lucirse más. El tipo es bueno, narra bien, no necesita chorear fotos para crear un entorno absolutamente verosímil, pero por algún motivo, le escapa al lucimiento como las gatas a Pepe le Pew. ¿Será que no se considera ni remotamente virtuoso? ¿Será que lo adoctrinan a latigazos para que no se olvide jamás de que la estrella de DMZ es Brian Wood? ¿O tendrá poquísimo tiempo para laburar y por eso cuando hay pocas viñetas zafa con dibujos más grandes, pero sin ponerles ninguna dedicación extra? Un misterio...
Estirada hasta el infinito, con un protagonista patético y una temática de difícil digestión, DMZ ya dejó de figurar entre las series indispensables. La banco hasta el final, pero no la recomiendo con el fervor religioso de los primeros tomos.

3 comentarios:

LFKO dijo...

Hola Andrés,

Saludos primero que nada de un chileno que empezó en esto del cómic con Flushman #3 de Perfil... algún día voy a hacer las preguntas que siempre me dejaron colgado; como por ejemplo quiénes eran realmente Weirdo y Rascomix, por qué Flushman se llamaba Flushman o por qué nunca se publicó Crisis.

Hearts And Minds... para mí Wood dió un paso en falso enorme acá, con Matty convertido en el supercabrón de la DMZ. En War Powers había quedado en una posición en la cual podía ganarse un respeto por sí solo, pero en Hearts And Minds se pasó de rosca y Wood lo convierte en un "badass" medio falso sólo para hacerlo caer rápido.

Casi me da la impresión de que Wood se apuró un poco con la historia en caso de que le acortaran la serie, y hizo una transición acelerada del personaje. Faltaron un par de escenas por ahí. En todo caso, en la saga siguiente (M.I.A.) Matty cae en un hoyo del cual no sale muy fácilmente, pero... todo lo de él se siente forzado.

A Ryan Kelly tengo que bancarlo en esta pasada. La secuencia en la cual Tony sale a acabar con el tipo que supuestamente mató a su familia es algo que se aparece en mis pesadillas, en particular los close-up de la máscara de gases... brrr.

Bueno, fuerza con el blog, y a continuar posteando. A ver si invitas a Rafael De La Iglesia como invitado para que hagan una crítica doble a algún cómic. Saludos.

Andres Accorsi dijo...

Difícil, LFKO. Hace mucho que no lo veo a Rafael, ni tengo trato con él. Y además este blog es unipersonal. Estoy trabajando en otro para 2012 que lo vamos a hacer en equipo. Más adelante les cuento a todos los lectores de 365.
Las cosas que te preguntás acerca de los comics de Perfil fueron todas respondidas hace 10 años, en el n.53 de Comiqueando.

Anónimo dijo...

Lo que ocurre en esta saga es muy fuerte. Tal vez lo que el guionista esta tratando de decirnos, es que en una guerra es imposible que los involucrados salgan indemnes. Todos los personajes nos cuentan, a lo largo de la serie, historias donde se mandaron una cagada que los atormenta. Cicatrices, que son el resultado del lugar donde viven. En ese sentido, creo que si el personaje fuera un pibe bueno que ayuda a los demas y nunca se equivoca, no podria ser jamas el protagonista. Seria inverosimil, no podria vivir en esa ciudad. Yo voy por el tomo 10, y estoy ansioso por ver como termina. Espero que no decepcione.