el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 25 de octubre de 2010

25/ 10: LA DAMA DE LAS NIEVES


Y un día me senté a leer con onda un manga de CLAMP. Hace mil años, cuando los editó Ivrea, leí el primer tomo de Sakura (que me pareció un bochorno, pero bien dibujado) y el primero de Clover (que se pasaba un poco de vanguardista, pero mostraba la sana intención de apuntar a algo distinto, por afuera de las fórmulas recontra-trilladas por los greatest hits).
Ahora caí en este tomo, que tiene un prólogo a todo color y un epílogo que funcionan como una especie historia en dos partes. Las dos muestran un nivel de dibujo muy, muy interesante, de gran lirismo y atractiva planificación, pero con un guión chiquito, redundante y que, más allá del vuelo poético, deja gusto a poquito. Igual se te impregna en las retinas, porque las imágenes son muy potentes, sugestivas y hermosas para contemplar.
La primera de las tres historietas “centrales” es la más larga y además la mejor. Está bien dibujada, tiene un clima fabuloso de leyenda, de cuento de hadas medio dark, y si se le puede cuestionar algo al argumento, son cosas de las que habitualmente le cuestionamos a todas las historias míticas o legendarias, no un problema de las CLAMP. El Colmillo del Lobo es una historieta intensa, de gran despliegue visual y enorme emotividad que demuestra que en 48 páginas también se puede contar una gran historia, por más que vivas en Japón.
La Flor del Hielo, en cambio, fracasa estrepitosamente. A ver: si dos personajes recuerdan una tragedia que se narra en una leyenda, ¿vale que el desenlace trágico de la historia sea EXACTAMENTE el mismo que de la leyenda? ¿Para qué están los personajes? Era más fácil adaptar al comic la leyenda, con los personajes originales y listo, no? El dibujo, de nuevo, es espectacular, con una estilización notable (sobre todo en los cabellos de las mujeres, que parecen cobrar vida), el clima es muy lindo, pero el guión hace agua (helada) por todos lados.
Y cerramos con Las Dos Garzas, otra historia con clima de fábula dark, muy emotiva y con un giro inesperado en el final, pero en la cual algunos tropiezos en la narrativa hacen que el desarrollo se haga largo al pedo y que las sorpresas no impacten tanto como deberían. El dibujo, de nuevo es inobjetable. Como las historias transcurren en la nieve, las CLAMP se ven en problemas a la hora de balancear las inmensas masas blancas, y por eso inventan todos esos truquitos alucinantes con los pelos de las minas, que se convierten en masas negras. Pero en esta historia no hay de eso, y el recurso con el que zafan es la incorporación de una gama de grises muy bien trabajada, que le aporta sofisticación al dibujo y que efectivamente, sirve para que la página no parezca una gigantesca hoja en blanco con tres tracitos chotos. En el epílogo también, los grises aportan muchísimo a la faz gráfica.
En síntesis, historietas dibujadas con mucha onda por artistas con una fuerte impronta personal, con altibajos en los guiones, con hermosos climas y 48 páginas, las de El Colmillo del Lobo, que justifican ampliamente la compra del tomo, sobre todo si (como yo) lo encontrás barato. No me hice fan de CLAMP, pero lo disfruté como para citarlo como ejemplo de que cuando quieren, incluso los mangakas más asociados con la voraz mecánica del hitazo-que-apela-al-mínimo-denominador-común pueden producir material de gran nivel.

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